sábado, 25 de octubre de 2008

La vieja

Gilipollez

Desde luego, cada día que pase me maravillaré de un nuevo e insólito suceso. Tal día como hoy (la fecha de la entrada de marras, para más señas), el agujero con puerta al que llamamos 'despensa' estaba hambriento y necesitaba que yo (por ejemplo) le diese de comer. Un símil ridículo, ya que al final el que se come lo que hay en la despensa soy yo, pero bueno... La cuestión que importa es que fui a comprar xD.

No hay nada raro en que un joven y atractivo artista acabe yendo a comprar llegado el momento en que... necesite comida. Lo curioso de este asunto sucedió cuando llegué a la cola para pagar (harto absurdo que la gente haga cola para pagar... lo normal sería hacer cola para que a uno le dieran dinero xD). Nuestra cola, decíamos, estaba bloqueada por un par de viejas que no acababan de sacar todo lo que se llevaban... La cosa curiosa de todo el asunto no es ésta, sino más bien lo que siguió a tan abismal compra. La vieja que era, por así decirlo, el macho dominante de las dos (y la que pagaba, por cierto), se indignó bastante con lo que le cobraban por la carne, así que los que allí estábamos esperando nuestro turno para pagar, tuvimos gratis una función (qué majos los del súper). El caso es que la vieja de marras era de éstas que buscan camorra y se escudan en el hecho de que son viejas/clientes/menopáusicas/gilipollas/loquesean, así que se dedicó a hacérselas pasar putas a la cajera (no ya porque, en efecto, le estaban cobrando de más, sino porque luego eso le pareció como una afrenta a su honor y al nombre de su familia... o peor). Bueno, pues tras abrir acertadamente otra cola para pagar (dejando a la vieja sola en su cola ^^u), tú veías allí a la vieja que no se iba; seguía insultando a la cajera de marras aunque, eso sí, con la decencia y saber estar de quien se sabe superior a tí porque no sólo es mayor que tú, sino que pesa mucho más, ve mucho peor y de niña la violaron más pederastas que a tí. La cajera aguantó como nadie habría hecho, qué remedio.

Por supuesto, el tipo social (antisocial, más bien) del capullo o el tocahuevos me encanta y siempre ha sido objeto de mi admiración. Pero una cosa es ser capullo por méritos propios y otra muy diferente es pegar a quien no puede defenderse, lo cual crea una imagen similar al del buen capullo pero sin el fondo necesario para que no sea una afición enfermiza y, tal como se ve aquí, propia de viejas fracasadas y gordas.

Aquí es cuando uno entiende lo que los padres dicen a sus hijos de 'no rebajarse a su nivel', cuando otro niño les incita para que peleen. Ciertamente, las viejas son todo sabiduría y una fuente inagotable de ejemplos para la vida.

2 comentarios:

Cabeza de Hierro dijo...

¿DESDE CUÁNDO no hay nada raro en que un joven y atractivo artista vaya a comprar? Debe haber cambiado la cosa, creí que "muerto de hambre" entraba también siempre en esa definición xD
Y ahora fuera de coñas negras, creo conocer ese tipo de situaciones, y las aborrezco con ahínco. Quizá porque toda mi vida laboral ha estado encuadrada en el sector servicios xD

Skale dijo...

cierto... no suelen verse jóvenes artistas atractivos por ahí con frecuencia (debe ser porque suelo viciar a 5 juegos online distintos y por eso salgo poco ^^u)